Esther 7:4-10

4porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para el exterminio a, para la matanza y para la destrucción b. Y si solo hubiéramos sido vendidos como esclavos o esclavas, hubiera permanecido callada, porque el mal no se podría comparar con el disgusto
O, el enemigo no podría compensar el daño
del rey.
5Entonces el rey Asuero preguntó a
Lit., dijo y dijo a
la reina Ester: ¿Quién es, y dónde está el que pretende
Lit., cuyo corazón se ha llenado para
hacer tal cosa?
6Y Ester respondió: ¡El adversario y enemigo es este malvado Amán f! Entonces Amán se sobrecogió de terror delante del rey y de la reina. 7Y dejando de beber vino
Lit., Y del banquete de vino
, el rey se levantó lleno de furor h y salió al jardín del palacio i; pero Amán se quedó para rogar por su vida a la reina Ester, porque vio que el mal había sido determinado contra él por el rey.
8Cuando el rey volvió del jardín del palacio al lugar donde estaban bebiendo vino
Lit., a la casa del banquete de vino
, Amán se había dejado caer sobre el lecho k donde se hallaba Ester. Entonces el rey dijo: ¿Aún se atreve a hacer violencia a la reina estando yo en la casa? Al salir la palabra de la boca del rey, cubrieron el rostro a Amán.
9Entonces Harbona, uno de los eunucos que estaban delante del rey, dijo: He aquí precisamente, la horca
Lit., el árbol
de cincuenta codos
Un codo equivale aprox. a 45 cm.
de alto está en la casa de Amán, la cual había preparado Amán para Mardoqueo n, quien había hablado bien en favor del rey o. Y el rey dijo: Ahorcadlo en ella.
10Colgaron, pues, a Amán en la horca
Lit., el árbol
que había preparado para Mardoqueo q, y se aplacó el furor del rey r.
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